Hace mucho
que no me miro el corazón
para saber
qué palabra me preocupa
Hace dos semanas
era la felicidad
¿imposible?
Soy perezosa
Nunca me interesé por lo imposible
por lo enorme
por lo esencial
Soy mediocre
conformista
quejumbrosa
Ahora mismo estoy en cama
con un paño húmedo sobre mi frente
con ganas de desaparecer
Le digo a la fiebre:
yo me rindo
Mi cuerpo libra una batalla
pero yo me rindo siempre
y no le hago segunda
Qué importancia tiene
el corazón ahora mismo
si estoy temblado de frío
y mi madre dice que debo bañarme
Soy una mujer, Mamá
no necesito ser feliz
y tampoco requiero de este paño húmedo
Paño…
palabra más ridícula
Pero la cama tiene sus epifanías
y la fiebre aporta
además de cinismo
un nuevo gusto de sentir el cuerpo
con tanto detalle
mientras duele