21.7.24

Buenos Aires - Amistades reales

Llegaste, después de algunos meses de acordar cosas simples por correspondencia. Presupuestos y zonas. Zonas y habitaciones. Me dejaste decidirlo todo... y yo pensando que había confianza. Elegí la zona más cutre. El departamento más apto para dos extranjeros que no tienen otra garantía más que dinero. 

Esa noche caminamos tanto. Perdí la noción del tiempo. Esa noche fuimos a un lugar al que no podría volver porque nunca supe bien en dónde estuve. Sólo estuve ahí contigo. Esa noche extraña me volví tu pareja. Tu mejor amiga. Tu confidente. Deberías avisarnos... todos caducamos a tu lado. 

No me voy a disculpar. 

Todo lo que digas de mí, sea cierto o no, simplemente no voy a negarlo. Si no tuviste ojos para mirarme porqué he de tener vergüenza para negar lo que sea. No necesito ni vergüenza ni memoria ni ganas. 

Algunas personas llegamos con fuerza. Algunas personas rompemos todo. Nos derramamos. Nos escurrimos por ahí. Algunas personas partimos sin ganas de pedir perdón. A mí puedes pedirme modales. Cortesía. A mí puedes pedirme que sonría. Que te abrace después de 20 años. Pídeme que finja y hable de esos tiempos. 

Sólo no me pidas nunca que te deje entrar o que te quiera.