De persona, pasé a ser la típica encuesta que se arroja en lo real. ¿De qué sirve saber que yo soy la inteligente, si eres tú quien puede controlarse? Y ese nudo, el maldito que acampó en mi garganta durante dos semanas ¿por qué de la nada se me escurre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario