8.7.08
Los gusanitos y yo
Porque era para ti. A ti que no te gusta pensar… pero iba directo a tus pestañas. Y a mí me extraña tu reacción de soy un tierno ¿Será que te la crees? A veces te pareces a los gusanitos que la lluvia desaloja en esta época del año. Se retuercen a mitad del camino, mojados, como si se dirigieran hacia el final de un fondo bastante macabro. Pero, ya que platicas con ellos, con los gusanitos que se retuercen, caes en cuenta de que el desalojo no era más que el puro chacoteo feliz que tiende a disfrazarse de desgracias, algunas más babosas que otras. Por eso, nunca hay que creerse que a los gusanitos algo tan normal como la lluvia puede llegar a afectarles. Siempre tienen algo planeado. Aunque ciegos, siempre tienen un blanco que llega directo a las pestañas.
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