17.4.09
Medir
He renunciado al privilegio
de andar por el mundo
con una tarjeta
elegantemente escrita con mi nombre
No voy a poder con esa carga
Tampoco puedo con mi voz
con mi rostro
y las marcas de mis manos
Soy una mujer
mediana
en todas sus condiciones
Soy todavía algo
pero perdí mi carácter
y mi cariño
y mis tres formas de reír
y hoy sólo tengo ánimos para aceptar que soy
mediana
lo cual conlleva tristemente al extravío
de una mitad que contenía
mis tiernas ganas de perder el control bailando
y mi apetito feroz por un cigarro al levantarme
He renunciado al privilegio de mirarme en un espejo
para sentir que he ido ganando peso
para sentir vergüenza
He renunciado al privilegio de mirarme
Cargo todo esto
como un castigo justo
porque soy una mujer
mediana
que un día se creyó la idea
de que en este mundo
lleno de desiertos y diluvios
existía lo vasto
lo inmenso
y lo eternamente bello
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