En el paisaje todo es desigual
El desorden
pareciera
si no indispensable
al menos necesario
No podemos con la realidad a secas
y hay que maquillarla
con un arriba y un abajo
con unos fuertes y otros tantos
dispuestos a teñir la trama con carne
Dispuestos
a inundar las recámaras con moscas
Con el tedioso olor a tristeza
que no ha de borrarse nunca
después de derramado
La carne aquí se queda.
Porque el paisaje
no ha de ser proporcional
nunca
Unos van arriba
otros
abajo
Y claro
está ese lindo olor a mierda
No sé si vuela hacia el cielo
o es desde el cielo que nos devuelven el desorden
para no quedarse con nada
para no robarle a nadie
La carne aquí se queda.