25.2.08

TV ofertas


Y como la sonrisita soberbia y fofa nunca falta, en este paquete intelectual se incluye por decreto el derecho de humillar a todo aquel que desconozca la puntuación correcta, la conjugación exacta y el nombre impronunciable del nuevo Premio Nobel de Literatura. Si usted se anima y compra este paquete, recibirá la gran virtud de ¡leer y escribir correctamente! Pero si llama durante la próxima media hora, recibirá sin costo adicional la posibilidad de nombrar a todo aquel que le rodea de las siguientes formas: inculto, naco, chusma, indiorante y mexicano.
¡Señora! No deje escapar la oportunidad de insultar a todos sus semejantes. Recuerde que siempre habrá alguien que sepa la respuesta correcta y no va a ayudarle por fofo y cuadrado. Mejor, suscríbase ya a toda publicación culta y redoblada por un costo mínimo de envío. Pero ¡espere! si llama ahora mismo recibirá también un diccionario de la Real Academia Española para que en esas comidas incómodas y fru-frus nadie se burle de usted. No lo piense más, la oportunidad de sobrevivir a la carroña intelectual de nuestro país está en sus manos y en única oferta especial.
Y recuerde que ¡en febrero son las inscripciones!

Nuestro pan de cada día


La miraban siempre escépticos, deformes y gordos mientras intentaba controlar el temblor de sus manos. Esa cucaracha deseaba más que nadie compartir su pasión con los alumnos de aquella universidad elitista y mediocre. Era examinada por un grupo de personas que, en cuanto aprendieron a hacer sumas con los dedos, cobraron un cheque y cobraban sus cheques y cobraban sus cheques y la examinaban. Era examinada por los nietos de uno que otro intelectual muerto y olvidado. Estiraba poco a poco la tela de un vestido hecho a mano que, para esos escépticos y gordos, era solamente un pedazo más de su pobreza. La miraban vacíos. Pensaban en sus cheques y sus cheques y sus cheques. No la examinaron nunca porque la canalizaron desde siempre hacia la puerta, porque ahí se pone todo lo que no ha pasado por la podredumbre del aliento literario.

24.2.08

Frente al espejo



Una rata
Tocó la mía puerta
Abrí
La miré
Me miró

Más tarde en el bar...

- ¿Me creería usted, viejo panzón, si yo le digo que la rata se presentó como un artista?
-Así que piensa que estoy loca… me parece justo. Después de todo, yo opino que su panza es verdaderamente una panza y nada de gorditos, rollitos u otra cosa parecida al tejido adiposo.
-No señor, verdaderamente es usted un gordo marrambo, incapaz de entender la verdad.
-Le digo que me miró.
-Le digo que la miré.
-¿Me cree cuando le digo que incluso la rata expuso en New York? Lo sé. La vida es complicada cuando una palabra no significa nada…
-Los puntos suspensivos no suspiran y falta una pausa que, por ahí, frene la confusión de una rata artista que, ahora mismo, flota en la tina para relajarse.
-Según la rata para ser artista hay que pensar, y pensar le cuesta mucho porque (según ella) también hay que pensar por los demás.
-¿Se imagina Mr. Gordo?, la pobre rata haciéndole el favor y usted ni en cuenta.

Sombras en tiempos perdidos


Supongo que el día de hoy amanecí nostálgica y, sólo por eso, elegí cierta música para calmarme. Por la mañana escuché a Led Zepelin y justo ahora Los Caifanes me arrullan antes de ir a la cama, lo cual me excusa de sintonizar la entrega de los premios Oscar que tanto emociona a los fashionistas...Porque mientras Saúl Hernández le cantaba a una "piedra" para que no lo deformara más, yo iba al jardín de infantes y lo único que me importaba en la vida era una semilla de frijol que lentamente crecía dentro de un algodoncito. Recuerdo la primera canción de Caifanes que grabé en mi cabeza. Se llama "viento" y a la fecha hace que me den ganas de llorar porque me recuerda que voy a morirme un día. Por más ridículo que suene creo con firmeza que la música existe para eso: para recordarnos lo sublime y la muerte. Si la música fuera un color Caifanes sería púrpura y Café Tacuba sería anaranjado.Pero casi siempre todo lo bueno toca fondo, pronto, y de nada sirvieron las letras de Saúl sin los acordes que aquel señorito gruñón componía (Alejandro Marcovich)durante los ochentas y noventas. Por eso, a continuación incluyo ciertos versos de "Sombras en tiempos perdidos" para que aquellos que todavía esperan a una banda mexicana (no reencuentros nefastitos)que produzca esa sensación de vértigo y caída..

Voy, a través del cristal
Microscópico de tu piel celular.
Ciego incompleto terreno cruzado.
De esquina a esquina te pierdo.
De esquina a esquina te pierdo.

Junta tu rostro mojado con el mío.
Nunca me quites es embrujo tuyo.
Ay amor hazme creer que todo es verdad.
Ay amor hazme brincar sobre el mar.

Somos sombras
En tiempos perdidos.

Quiero romper el cristal
Que empana mi cuerpo confuso, difuso.
Muerdo historias humanas
Que nunca han sido comprendidas, olvidadas.

Junta tu rostro molido con el mío.
Nunca me lleves a templos perdidos.
Ay amor hazme creer que todo es verdad.
Ay amor hazme brincar sobre el mar.

Is that the way it ought to stay?


Menos mal que Led Zeppelin escribió esa cancioncita, casi mántrica, mejor conocida como "That´s the way" porque no hay nada mejor que disfrutar el domingo mientras la escucho.

18.2.08

Loca



Ojalá estuviera loca, como dice ella. Loca de remate. Simplemente loca. Modestamente loca. Razonablemente loca. Moderadamente, loca-loca. Felizmente loca, pero no. Ojalá estuviera loca, cien por ciento loca y fuera, como dice ella, una con orgullo loca. Ella que es vampiro, ella que succiona el aire de cualquier cobarde con creatividad. Yo quisiera darle la razón a una mujer que siente miedo…

Glacier Franz Joseph


Porque cuando el frío se filtra desde abajo, la cabeza simplemente deja de pensar...

Obsesión por los pies


Lo que más disfruto al viajar es la transformación de mis pies. Creo que estoy obsesionada con ellos.

El pasado



Ese día yo quería agua. Yo quería brillo y viento. Así que me lancé desde un barda llena de hojas secas. Porque yo quería sentirme fresca, liviana, real y, sentada en un banquito haciendo sumas, me sentía persona; me sentía persona real.
Me sentí de carne y hueso y tiempo. Ese día, yo quería silencio y quería agua. Brillar con la humedad de un montoncito negro que se llama tierra. Yo estaba sentada haciendo sumas, siendo lo que eran todos cuando tienen ojos y cabeza y cuerpo, pero yo quería flotar para ser verdura o loto o terrón de azúcar. Porque yo quería aflorar y los pies pesaban mucho.
Y los pies pesaban. Pesan. Floto. Y los pies me pesan mucho, floto. Porque a veces pesan y yo soy verdura y matatena y me siento el hueso enmarañado que me pesa más de lo que peso, yo que soy verdura. Yo que soy terrón de azúcar, quiero brillo y viento. Porque tengo cuerpo y duelo como duelen las verduras cuando parten. Tengo cuerpo. Veo. Duelo como duelen las verduras cuando me mastica estar sentada. Hago sumas de los dientes que han caído: diente más diente es cuerpo.
Y yo entiendo porque pesa. Mucho.

Se aceptan críticas y comentarios

Mis queridos amigos, he decidido crear un blog para mejorar mis textos y recibir cualquier tipo de crítica o tomatazo. Espero que se tomen la molestia de escribir sus comentarios. Sin duda, me ayudarán mucho.
Un abrazo

Now that the rabbits are gone or The soup conversation

Well, I’ll tell you something: I’d rather be a cucumber. What’s that gaze for? Have you forgotten the taunts and jibes? The noise and the rabbits are gone. So, now that everyone has finally stopped, you decide to be spiteful, ha. You know what? I could do with your anger...I’ve made do with lads like you before but I’d rather be a cucumber-juggler, all dressed in fancy green skins; peeled by the sunlight’s, wearing ridiculous makeup to make you laugh. Did I tell you I have made do with crazy salads as well? A smooth cucumber chased by healthy salads. No, I’m not an ostrich, I’m just a ladybird. Although, I’d love to be a cucumber so don’t be envious if all the rabbits are gone. Its just the annoyance of knowing that, no matter what you do, you’ll always have to wing it, willing the deep and previous affairs. To peel you… There’s nothing left to know about a cucumber. No chance to flick through.