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Una rata
Tocó la mía puerta
Abrí
La miré
Me miró
Más tarde en el bar...
- ¿Me creería usted, viejo panzón, si yo le digo que la rata se presentó como un artista?
-Así que piensa que estoy loca… me parece justo. Después de todo, yo opino que su panza es verdaderamente una panza y nada de gorditos, rollitos u otra cosa parecida al tejido adiposo.
-No señor, verdaderamente es usted un gordo marrambo, incapaz de entender la verdad.
-Le digo que me miró.
-Le digo que la miré.
-¿Me cree cuando le digo que incluso la rata expuso en New York? Lo sé. La vida es complicada cuando una palabra no significa nada…
-Los puntos suspensivos no suspiran y falta una pausa que, por ahí, frene la confusión de una rata artista que, ahora mismo, flota en la tina para relajarse.
-Según la rata para ser artista hay que pensar, y pensar le cuesta mucho porque (según ella) también hay que pensar por los demás.
-¿Se imagina Mr. Gordo?, la pobre rata haciéndole el favor y usted ni en cuenta.