24.8.11

Sal




Me siento incapaz de creer
en todo lo que a ti te mantiene vivo

no soy una persona fuerte
y tampoco creo
en aquello que haría las cosas más llevaderas

no pongo un pie en una iglesia
con tal de no pagarle a nadie nada
y soy incapaz de pedirte perdón

pero
seamos realistas
tampoco soy especial por mi falta de fe

en la calle
en cualquier esquina
seguro podrías encontrar ejemplares
similares a mí
carentes de moral
de visión
y de sal

pero cada quien elige
algo
y de la misma forma
como se pierde la calma
también se recupera el sueño

profundo
lejano
azul

es sólo cuestión de entender
que siempre habrán pozos más profundos
mujeres más crueles que yo
más suaves
habitando desiertos carentes de sal

Mi casa, tu casa.



en la calle viven
personajes que no le tienen miedo a nada

en las casas habitamos
personajes dueños de extraños temores
a veces difíciles de compartir
por eso los guardamos celosamente
en cajas
que sólo abrimos cuando el olor
ya es insoportable

en la calle el aire circula
y a veces también se apesta
pero las casas son demasiado pesadas
como para moverlas y así respirar otra cosa

lo soportamos desde adentro
y a lo mucho
cerramos las ventanas

Desde hace una semana
un personaje de la calle me mira
y yo
a través de la ventana
lo miro fijamente

no sé si el concreto sea más acogedor que mi cama
pero seguramente la libertad que ofrece es
lo suficientemente grande
como para perder el miedo
y al fin atravesar la puerta