25.8.11

Entre el mar y el tiempo



a veces quisiera ser
una mulata
habitar en otros tiempos
y mirar el mar a su lado

una parte de mí
daría lo que sea
lo que no tiene
lo que no sirve de nada
por ser en su mente
una mujer
y así merecer su cariño

ser un personaje antiguo
para existir en su mar
escuchar la música que escucha
cuando se pierde
recordando el mundo que cayó
y se llenó de hierba

nadie sabe bien
lo que piensa un hombre
cuando guarda silencio
y después sonríe como si de nuevo tuviera tres años

una parte de mí comprende
resignada
que la admiración no basta
y el deseo no es suficiente para compartir
el tedio de la cotidianidad
y de los años que separan

me siento entre el mar
y mi piel
esta vez
demasiado blanca
como para ser honesta
cuando digo que comprendo

a veces me pregunto

y si a su lado yo no fuera
prácticamente una niña
estaríamos entonces entre el mar y el tiempo?



Mujeres de sal


Hace unos años
conocí a un hombre
que además de ser
un hombre
era un profesor que nos hablaba
de la vida
de la realidad
y de Shakespeare

todas las niñas del salón
lo amaban en secreto
-si por secreto entendemos-
la boca siempre abierta
con saliva derramándose

Lástima
yo no me sentía atraída
ni por su apariencia
ni por su angustia
y tampoco por su voz

raro porque a mí
siempre me han enamorado
los tormentos de los hombres

Soy la Madre Teresa
de sujetos con pasados que rechinan

mi maestro
no sé
tal vez también era alguien
con un pasado
tal vez difícil
tal vez triste

esas cosas no se saben
y no deben aprenderse en un salón de clases

seguramente cargaba cadenas
pero quién no lo hace

la cuestión es que
hubiera sido mejor
abrir también la boca
y derramar saliva a su favor

hubiera sido mejor no ponerle atención
porque ese hombre
sembraba en las personas el mal más peligroso
lo que para Blas Cubas era
una Idea por descifrar
antes de ser devorado

una idea
simple
entrañable
fácil de digerir
pero mutante y verde

Porque en la realidad
cabe la posibilidad de generar un doble
un escenario
como las cajas
que yo construyo aquí
siempre de cartón
para aparentar que también son indefensas

a la realidad le cabe
la duda
el doble
y también la muerte

y yo en mis cajas
introduzco posibilidades de mujeres
fatales
absurdas
y a veces misteriosas

mis mujeres de sal
mis mujeres Vudú
que habitan el desierto