17.9.08

Saber mentir



Se necesitan muchas horas de sueño y horas de dolor. Horas pues, de esas que pasan lento. Entonces uno siente que algo se prepara en la cocina del pecho. Casi puede percibirse un olor a queso. Por que por supuesto que yo no tengo sangre roja, ni huesos ni eso acolchonado que a los hombres les encanta. Lo mío es ser un queso con forma de persona semiafeminada. Voy en el auto y pienso. Pienso mucho lo que pronto saldrá de mi boca semiácida. Mi boca rosa, roja, rosa, ro… mi boca. Pienso mucho que de mi queso mental saldrá una especie, una suerte de… bola peluda. Una bola peluda y sumamente intelectual que te dirá: “cariño mío, dirás lo que quieras pero mentiste”.
Sí, mi corazón de queso se prepara para una serie de palabras que están por comenzar.

sobre los ellos ellos que no son yo: el ego parlante


Parece, sé que parezco... el tipo de persona que ruega, pero hasta ahora nunca he rogado en serio. Ni siquiera por mi alma. Parece, sé que parezco... el tipo de persona que espera, y a veces espero pero no por que me guste. Y nunca espero más que lo que me conviene. Puedo ser tonta pero sé que sólo yo me convengo. Como puedes ver, parece que te espero pero yo no espero a nadie, al menos no a alguien de tu tipo. Hasta ahora eres sólo como él, como él, como él. Él es todos, todos son ideas, ideas que busco, ideas que impongo. Mi chamán me dijo que necesitaba aceptar a un alguien, a un él que me sea suficiente por lo que es. Bastas? Mira que podrías preguntarme lo mismo, y tú, niña rosa y malcriada, tú bastas? correspondes en proporción a tus exigencias? Y yo, como soy una persona sumanente descarada sólo me reiría. Después de todo con eso ha bastado para que me quieran. Yo basto. Bastan mis ideas, mi manera de morder. Basta mi sonrisa. Basta la garantía eterna de que no voy a quedarme más de lo que puedo. Pregunta entonces...puedes? porque de que basto, basto. Pero de que pueda... ya depede. Depende de tus ganas, de tu paciencia, puedes? porque a veces parezco hasta sencilla. Esa es una trampa mía. Seguro hablé de más, de más, de más. Eso es un defecto mío. Y hablé de más. Seguramente en un respiro te conté bastante, suficiente para que pensaras "ya me voy". Te fuiste? sí, te fuiste. Está bien. Así me evito a las personas simples, seguras, sencillas, planas... deseo tanto eso, el vacío. El domingo aburrido, la semana exasperante, llena de responsabilidades absurdas como el gas, la hipoteca... la vida es eso y yo deseo vida. Pero lo mío corresponde a lo absurdo. Yo soy la persona absurda y tú, tú no reconociste la canción más pop de Radiohead...