10.4.11

Algo nos pasa, a ti y a mí, que no podemos mantener la calma. No podemos parar. Así que vamos recorriendo cuerpos, vamos buscando centavos por debajo de las alfombras llenas de polvo.

Algo nos pasa que no sabemos besarnos. Hemos olvidado todo, cómo mover la lengua, cómo evitar el roce amargo de los dientes. Como si de nuevo tuviéramos 13 y el miedo de atorarnos con los braquets nos invadiera el cuerpo.

Algo pasó que ya no tenemos ganas de entregarlo todo y derretirnos. Sólo se escurren las ganas a medias y no podemos si quiera rozar por accidente las palmas de las manos

Cómo entonces esperar todo tu cuerpo para mí, cuando ni la mirada se atreve a coincidir.

A ti y a mí nos robaron algo, algo rompieron. Ya no podemos prometer si quiera el intento. Y aquí seguimos, encontrándonos a veces cerca. En una cama, en un café. Seguimos caminando por la ciudad, cocinando los lunes en mi casa, los jueves en la tuya.

Pero al final no pasa nada.

Amanecí juguetona, así que recorrí descalza los rincones de tu casa.