1.10.23

Plataformas de paga

Lo que nos unía, por si no lo tienes claro, eran las canciones que me enviabas y te enviaba de vuelta. Nunca nos unió el cariño. El amor, no sé porqué, aquí nunca ha servido para mantener estable nada. 

Nos unía la resonancia. La resistencia ante la horrible e inevitable. La horrible y temida. La horrible repetición. No hay muchas opciones aquí más que despertar y cerrar los ojos después, ya sea por cansancio o por aburrimiento. Abrir los ojos: dormir. Cerrar los ojos: vivir. 

Poner en pausa esto

No hay muchas opciones aquí. 

No hay una clave para resistir esta horrible e inevitable y horrible y temida y horrible y obligatoria permanencia. No puedo irme. Simplemente no me dejan. Tengo que mirar el amanecer todos los días y fingir que me alegra. Hacer como que se me escurre una lágrima de lo conmovida que estoy. La gota pura y transparente de la gratitud. Finjo y te digo que estoy agradecida por un día más. No hay muchas opciones aquí. 

Hay otras formas ¿sabías? hay otros mundos. Sólo que no te dieron esas llaves y tengo que ir a solas siempre. Cerrar los ojos y escuchar y comenzar a vibrar en otra parte. Pero cuando fuiste conmigo no me bastó tu presencia. No conecté. También ahí estuve sola